Iniciativa, que está aprobada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, se desarrollará entre Atacama y Los Lagos
(Santiago, 11 de marzo de 2013) Como un proyecto «muy innovador que contribuirá a la preservación de la biodiversidad entre Atacama y Los Lagos Central de nuestro país», calificó el Jefe de la División de Recursos Naturales, Residuos y Evaluación de Riesgos del Ministerio del Medio Ambiente, Leonel Sierralta, el proyecto «Generación de beneficios ambientales globales por comunidades locales en paisajes productivos mediterráneos», que se encuentra aprobado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF en inglés), y cuyo taller de inicio se efectuó el pasado 5 de marzo en dependencias de la FAO.
La iniciativa pretende que las comunidades que habitan la zona mediterránea, entre las regiones de Atacama y Los Lagos, puedan desarrollar proyectos innovadores, de emprendimiento y que tengan un componente ambiental. Estas iniciativas podrán ser desarrolladas por agrupaciones locales, como también por comunidades que, teniendo intereses comunes, se encuentran distribuidas en distintas partes del territorio y que son denominadas «comunidades de práctica», por ejemplo, agrupaciones de apicultores.
Según Sierralta, el proyecto se desarrollará en un área de nuestro territorio que es la más deficitaria, en términos de protección de ecosistemas, pero es también la que concentra la mayor población y es la más impactada.
El proyecto pretende asimismo, contribuir a disminuir los efectos del cambio climático y la degradación de los suelos.
Una vez formulado el proyecto será ejecutado desde el Ministerio del Medio Ambiente y operará, en conjunción con el Fondo de Protección Ambiental (FPA) que administra la División de Educación Ambiental. Se estima que la iniciativa podría beneficiar a unas 400 organizaciones de base, llegando directamente a unas 10.000 personas.
Para la Jefa de la División de Educación Ambiental del Ministerio, Paula Alvear, este proyecto permitirá además, fortalecer la participación de la ciudadanía en la protección y recuperación de diversos ecosistemas asociados a estas regiones, pero a la vez, potenciará los emprendimientos verdes locales.
El proyecto considera un aporte del GEF de 3,3 millones de dólares, más aportes locales cercanos a los 15 millones de la moneda estadounidense, y debe implementarse entre al 2014 y el 2018. Sin embargo, para el último año, los recursos deberán ser exclusivamente nacionales, situación que se espera prosiga en el tiempo.