Energía es la capacidad de los cuerpos, o de un conjunto de ellos, para efectuar un trabajo; es lo que permite que un cuerpo se mueva o se desplace, o bien que cambie sus propiedades.
La demanda y consumo de energía están estrechamente relacionados con el desarrollo sustentable y la calidad de vida. La energía es esencial para la satisfacción de muchas necesidades. Sin ella sería imposible la producción de bienes y servicios, así como la realización de labores tan cotidianas como cocinar, calentarse, viajar de un lugar a otro, comunicarse o iluminar una casa u oficina. El flujo de materiales necesarios para mantener estas actividades depende de la existencia y disponibilidad de fuentes de energía.
Las fuentes energéticas son aquellos recursos o medios capaces de producir algún tipo de energía para luego consumirla. Estas fuentes pueden clasificarse en:
Los combustibles fósiles son organismos vivientes fosilizados en procesos de varios millones de años de duración, por lo que su formación por procesos naturales aún continua. Pese a esto, no pueden ser considerados una fuente renovable, puesto que los quemamos mucho más rápidamente de lo que se forman y haría falta un milenio para acumular la materia orgánica que se consume a diario en el mundo. Por lo tanto, son considerados recursos agotables o no renovables.
El esquema siguiente ilustra sobre los tipos de energía.
Otra clasificación de las fuentes de energía, de acuerdo a cómo se originan, es:
Durante siglos, la leña, los residuos agrícolas, los excrementos animales y el carbón vegetal, constituyeron las principales fuentes de energía junto con la fuerza motriz, eólica, fluvial, animal o humana. Sin embargo, actualmente alrededor un 89% de la energía consumida en el mundo proviene de los combustibles fósiles, principalmente del petróleo y el carbón.
La presentación a continuación sirve de apoyo a la docencia para abordar el teme de energía.