La energía es fundamental en nuestra vida, y constantemente se busca desarrollarlas en forma más sustentable, pero prácticamente todas conllevan algún tipo de impacto ambiental.
El impacto ambiental está asociado y varía en su intensidad de acuerdo a diferentes etapas de transformación de la energía. Estas etapas son:
Carbón. Las explotaciones mineras a cielo abierto tienen un gran impacto visual y los líquidos que de ellas se desprenden suelen ser muy contaminantes. El agua de lixivación sale de la zona de la mina después de empapar o recorrer las acumulaciones de mineral y derrubios y fluye hacia los ríos o los alrededores. Este agua va cargada de materiales muy tóxicos, como metales pesados y productos químicos. En el proceso de quema del carbón se liberan grandes cantidades de gases responsables de efectos tan nocivos como la lluvia ácida, el efecto invernadero, la formación de smog, etc. El daño que la combustión del carbón causa es mucho mayor cuando se usa combustible de mala calidad, porque las impurezas que contiene se convierten en óxidos de azufre y en otros gases tóxicos.
Petróleo y gas natural. Estos combustibles causan contaminación tanto al usarlos como al producirlos y transportarlos. Un impacto negativo asociado a la quema de petróleo y gas natural es la emisión de CO2, gas de efecto invernadero y uno de los causantes del calentamiento global. Además de esto produce lluvia ácida debido a la producción de óxidos de nitrógeno. Los daños derivados de la producción y el transporte se producen sobre todo por los vertidos de petróleo, accidentales o no, y por el trabajo en las refinerías.
Hidroelectricidad. Es considerada un energético «limpio», es decir que no libera contaminantes atmosféricos al ser generada ni daña el medio ambiente cuando se utiliza. Sin embargo, no ocurre lo mismo en los procesos que son necesarios para producirla y transportarla hasta el lugar de uso. Las represas, embalses y lagos artificiales que se deben construir para almacenar y controlar el agua alteran territorios fértiles y útiles para la agricultura; desvían los cursos naturales de agua; destruyen el hábitat de especies de flora y fauna que habitan las aguas y la superficie de tierra inundada, como, microorganismos acuáticos, plantas, peces, semillas, aves; modifican el paisaje; afectan el turismo; etc. Por otra parte, puede producir desequilibrios climáticos importantes en las regiones circundantes a la gran superficie de agua del lago artificial.
Termoelectricidad. Provoca impacto ambiental atmosférico. Libera a la atmósfera grandes cantidades de gases contaminantes, debido al uso de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas natural.
Biomasa (leña). A diferencia de los combustibles anteriores, la leña es una fuente de energía renovable. No obstante, la explotación indiscriminada la convierte en no renovable, ya que produce pérdida de la masa vegetal en la región de donde se extrae, reduciendo la capacidad vital del área afectada y alterando o destruyendo la biodiversidad del bosque o zona forestal. Su extracción sin control provoca la erosión del suelo por la pérdida de la vegetación, afectando la capacidad de retención de agua; cuando esto ocurre en cerros y laderas, provoca predisposición al riesgo de aluviones. Por otra parte, su almacenamiento puede producir incendios durante el verano y su combustión libera mucho más hollín que los otros.
Energía nuclear. En el caso de la energía nuclear, el principal riesgo son las fugas accidentales de material radioactivo producidas al momento de generar de esta fuente energética, con efectos sobre los seres humanos y el medio ambiente que pueden se muy dañinos y perdurar por muchos años. Por otro lado, los desechos generados por esta fuente de energía son altamente peligrosos y complejos de disponer. En la actualidad, estos residuos son dispuestos en la tierra en fosas de más de mil metros de profundidad, llamado Almacenamiento Geológico Profundo (AGP).
El primer paso para romper la relación «energía – daños al medio ambiente» es aprovechar las oportunidades para generar beneficios ambientales a través de soluciones económicas que no involucren costos elevados.
Oportunidades por el lado de la demanda:
Oportunidades por el lado del suministro:
Los obstáculos para las estrategias de oportunidades
Fuente: World Bank Group – United Nations Environment Programme – United Nations Industrial Development Organization. Pollution Prevention and Abatement Handbook 1998 Toward Cleaner Production. April 1999. pp. 32-37.