Desde 2009 se celebra bajo iniciativa de las Naciones Unidas el Día Mundial de los Océanos, oportunidad para reflexionar sobre la importancia de los mismos, las amenazas que enfrentan y las iniciativas en favor de su sustentabilidad.
La importancia actual de los océanos, origen de la vida en el planeta, radica fundamentalmente en que:
Ayudan a regular el clima.
Actúan como pulmones del planeta, proporcionando la mayor parte del oxígeno que respiramos.
Son fuente de alimento y medicinas y parte fundamental de la biosfera.
Algunos cifras proporcionadas por UNESCO en la celebración de esta efeméride en 2014 nos ayudan a dimensionar esta importancia:
Los océanos cubren más de 70% de la superficie del globo. Sólo el 1% de la superficie oceánica está protegida.
Entre un 50 y un 80% de la vida en la Tierra se encuentra bajo la superficie del océano, que constituye 90% del espacio habitable del planeta. Menos de 10% de este espacio ha sido explorado hasta ahora por el Hombre.
Un conjunto de organismos marinos minúsculos llamados fitoplancton producen la mitad del oxígeno de la atmósfera mediante la fotosíntesis.
Los océanos contienen 96% de todo el agua de la Tierra. El resto es agua dulce que se encuentra en forma de ríos, lagos y hielo.
El océano absorbe anualmente cerca del 25% del CO2 que se agrega a la atmósfera debido a la actividad humana, reduciendo así el impacto de este gas con efecto de invernadero en el clima. El conjunto de los ecosistemas costeros que actúan como sumideros de carbono, como los manglares, las marismas salinas y las praderas submarinas pueden contener una cantidad de carbono cinco veces superior a la de los bosques tropicales
Los productos del mar son la principal fuente de proteínas para al menos una de cada cuatro personas en le mundo.
El siguiente video recoge testimonios de la importancia de los océanos.
La actual fecha nos invita también a tomar conciencia sobre las amenazas que enfrentan los océanos. La Comisión Océano Mundial destaca las principales:
Muchas de las poblaciones de peces se encuentran agotadas, y algunas de ellas podrían no recuperarse.
Las especies existentes están amenazada por métodos de pesca destructivos, la contaminación, y el cambio climático.
Los buques de pesca ilegales representan una amenaza creciente para la seguridad internacional, e inducen al abuso generalizado de los Derechos Humanos. Las pérdidas económicas causadas por la mala gestión son también evidentes. Se estima que la pérdida de recursos pesqueros supone para la economía mundial un coste de 50 mil millones de dólares anuales.
Un tercio del océano mundial se encuentra bajo la jurisdicción nacional de los Estados, mientras que los dos tercios restantes lo forman las aguas internacionales, la alta mar, donde vigilancia es débil y el sistema jurídico que lo regula no ha evolucionado en función de las prácticas modernas, de las nuevas tecnologías, y del conocimiento científico.
En reuniones sucesivas dentro del sistema de las Naciones Unidas, los gobiernos siguen haciendo referencia a los temas que les resultan importantes, como el cambio climático, la acidificación del océano, la sobrepesca, la pesca ilegal, o las subvenciones que conllevan al sobreconsumo, pero hasta el momento el camino hacia un océano sano y productivo ha resultado difícil.
Un índice para el monitoreo a la salud de los océanos
Como una forma de dar seguimiento a la salud de los océanos de todo el mundo, se creó en 2012 el Índice de Salud de los Océanos, que con la participación de 65 científicos y organizaciones expertos en el tema otorga una puntuación a países y regiones sobre el avance en a diez objetivos consensuados de sustentabilidad.